jueves, 29 de noviembre de 2012

GERENCIA EN SALUD


Me parece que todos estamos familiarizados con el término de administrar, más de alguna vez hemos dicho: “que buena administradora es mi madre”, o quizá, “que mala administración tuvimos este sexenio”, pero de lo que se trata nuestro estudio es acerca de cómo adentrarnos en la posibilidad de justificar, predecir o establecer esquemas de razonamiento para “administrar”, sean bienes, moneda, tiempo o en nuestro caso: Salud.

El desafío de los sistemas de salud en nuestro tiempo, consiste en desarrollar capacidades administrativas en las personas encargadas de dirigirlos. En todo país en vías de desarrollo, como el nuestro, es imperativa la meta de resolver los problemas humanos que tiendan al mejor aprovechamiento de los recursos siempre limitados. Para lograrlo, se han implementado diversas políticas y procedimientos acordes con la evolución de los conceptos y las técnicas de la administración. 

En la actualidad, la administración en los sistemas de salud requiere un conjunto de conocimientos, habilidades y técnicas con base en un equilibrio armónico que proporcione la preparación suficiente al directivo y le permita llevar a cabo una secuencia de acciones para alcanzar objetivos determinados en la solución de problemas prioritarios. Un administrador en salud debe tener una visión holística e integral del sistema; por ello, su visión y quehacer rebasa la administración de una clínica, hospital, unidad médica o centro de salud; debe ser capaz del diseño (planeación), desarrollo (operación), sistematización (orden y registro), evaluación y retroalimentación (análisis y reorientación de acciones y metas) de los planes y programas de trabajo de los mismos, para lograr esto necesitamos seguir un proceso, que es el conjunto de pasos o etapas necesarias para llevar a cabo una actividad. 

A partir de estos conceptos nace el “Proceso Administrativo”, con elementos de la función de Administración que Fayol definiera en su tiempo como: Prever, Organizar, Comandar, Coordinar y Controlar.

Sólo una correcta administración en las organizaciones de salud permitirá optimizar los recursos disponibles para que con ello se pueda ofrecer una atención más eficiente y eficaz a todos los usuarios.

La administración no es una panacea que vaya a resolver todos los problemas, pero si permitirá formar un orden operante en la mente del directivo y vincularlo a un proceso, el de la administración, creando una estructura analítica de marcada utilidad en la práctica. 




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